La influencia de las políticas comerciales chinas en el mercado global

La influencia de las políticas comerciales chinas en el mercado global

Cualquier importadora aduanal sabe que son innegables los beneficios que el comercio internacional puede traer. Las importaciones hacen que las empresas nacionales adquieran una mayor competitividad, a la par de que hay un gran acceso a una vastedad de insumos

Y, sin lugar a dudas, un elemento decisivo para el desarrollo del comercio internacional ha sido China. Desde que tal país dio paso a la apertura comercial, existió una aceleración en la productividad de los países más expuestos al gigante asiático.

El comercio mundial con China experimentó un crecimiento sostenido a mediados de la década de los noventa y en la primera década del siglo XXI. Y aunque la crisis financiera mundial y la pandemia por COVID han causado estragos económicos, el gran país asiático se sostiene y continúa a la cabeza en la competencia comercial.

Es por eso que, en esta ocasión, te contaremos cuál ha sido la influencia de las políticas comerciales chinas para el mercado global, así como para las comercializadoras aduanales.

Políticas comerciales chinas

Las políticas comerciales de China han tenido un profundo impacto en el mercado global. A lo largo de las últimas décadas, China ha implementado una serie de tácticas comerciales que han cambiado ya para siempre el modo en que se desarrolla el comercio internacional. Veamos algunas de ellas.

1.- Exportaciones masivas

No cabe duda de que China es el mayor exportador de bienes a nivel mundial. Ya sea desde textiles o hasta electrónicos, al momento de ofrecer productos al extranjero, China va a la delantera. No es sorpresa que cada vez sea más común que los comercios del resto del mundo acudan con importadoras chinas para establecer tratos con el país asiático.

El inmenso número de exportaciones que China realiza, así como sus bajos costos para la producción de sus productos, le permite al gigante asiático ofrecer una gran variedad de artículos a un precio accesible.

Esto ha llevado a los fabricantes de otros países a reducir los precios de sus propias mercancías, incrementando con ello la competitividad en el mercado global y dando una mayor oferta para el consumidor.

2.- Comercio bilateral

Junto a la apertura comercial china el país implementó diversos incentivos que, en su momento, posibilitaron importar equipos y tecnologías sin tener que pagar impuestos. Estas facilidades han permitido un flujo de bienes y servicios entre China con socios comerciales y con comercializadoras, fomentando y fortaleciendo el comercio y la cooperación económica.

Asimismo, al establecer vínculos con China, otros países han aprovechado el enorme mercado de opciones del país asiático, así como sus posibilidades de producción, fábrica y transporte a gran escala, haciendo de China un confiable socio con el cual mantener un constante comercio bilateral.

3.- Infraestructura y logística

Derivado de lo anterior, China ha desarrollado una cadena de suministro robusta y altamente integrada. Cada vez es más fácil para proveedores, subcontratistas y fabricantes de diversos sectores establecer acuerdos comerciales con China, así como gestionar operaciones de producción y transporte con el país asiático.

Asimismo, China ha invertido en mantener una infraestructura y sistemas de transporte mercantiles eficientes y controlados, lo cual ha beneficiado sus operaciones logísticas.

Puertos marítimos, aeropuertos internacionales y una completa red ferroviaria y de carreteras facilitan el transporte de los productos que, eventualmente, se dirigirán hacia diversos destinos globales.

Historia comercial

China no siempre fue el gigante comercial que conocemos hoy. De hecho, durante varios años el gobierno chino aplicó políticas aislacionistas. No fue sino hasta 1976, con la muerte del presidente Mao Zedong, que el país asiático cambió su enfoque en el comercio y la inversión extranjera.

Así pues, a finales de la década de los setenta, con el gobierno de Xi Jinping, China inició un muy particular rumbo capitalista. El país promedió un crecimiento económico de alrededor del 10% anual, y un factor clave para ese auge fueron las zonas económicas especiales (ZEE).

A través de las ZEE, como Shenzhen, China ofreció incentivos fiscales a los inversores extranjeros. Tales incentivos incluían la posibilidad de importar equipos y tecnología libres de impuestos.

Y aunque en su momento Xi Jinping intentó conservar el alto crecimiento anual del país por medio del aumento de la deuda, las constantes rencillas comerciales —por no hablar de una guerra comercial— con Estados Unidos han frenado todo el potencial del país asiático.

En años más recientes, ambos países han mantenido una relación tensa, imponiendo aranceles importantes a los bienes industriales y de consumo, con represalias cada vez más grandes. Sin embargo, ello no cambia el hecho de que China cuenta con una gran cantidad de industrias dominantes, con bienes dentro de los giros electrónicos de consumo, tecnologías de procesamiento de datos, prendas de vestir o equipos médicos.

Como pudiste ver, han sido diversas las formas en que las políticas comerciales chinas han tenido un impacto en el resto del mundo. La apertura comercial de China, así como facilidades para comerciar productos o establecer tratos con fábricas o manufacturas asequibles, ha incentivado a diversos países a figurar como socios del extenso país asiático. Por no hablar de una logística capaz de abastecer a diversas importadoras.

Por otro lado, la alta producción de China ha llevado a otros países, incluso adversos al asiático, a incrementar su producción y oferta de mercancías y servicios, manteniendo un vasto panorama en el mercado global.

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