Es innegable que China es uno de los países con mayor peso económico. Fábrica del mundo por excelencia, este país asiático es uno de los que atrae más fácilmente a la inversión extranjera, lo que supone un continuo crecimiento financiero.
Esto obviamente es sabido por las importadoras chinas, que ofrecen sus servicios en tierras nacionales con la garantía de que una pequeña empresa mexicana podrá crecer con toda seguridad al establecer una relación comercial con China.
Es en ese sentido que un tratado de libre comercio entre México y China no suena tan descabellado. Ambos países llevan ya un historial de relaciones económicas de casi medio siglo, y aunque ha habido algunos altibajos, y la inconformidad estadounidense en ocasiones crea un peso en México, la relación entre mexicanos y chinos es constante.
Es por eso que, en esta ocasión, te contaremos si es posible un tratado de libre comercio entre México y China, así como los beneficios comerciales actuales entre estas dos naciones y cómo los servicios de una comercializadora pueden mejorar este tipo de comercio internacional.
Contexto para un TLC
Contemplar un tratado de libre comercio con China no significa sólo saber del gran potencial económico y de producción del país asiático, sino que también implica comprender el contexto en el que China es visto por Occidente.
No puede negarse la fortaleza de China, pero tampoco puede ignorarse la guerra comercial que este país mantiene con Estados Unidos. La gran posición de China en el espectro económico, productivo y tecnológico es motivo de inconformidad para el país norteamericano, que busca ir a la delantera del gran asiático. Esto es algo que también conoce una comercializadora aduanal.
¿Y por qué importa esta rencilla entre las dos potencias? Sencillo, si México llegara a firmar con China un acuerdo comercial tan importante como un tratado de libre comercio entonces surgirían bastantes inconvenientes con Estados Unidos.
Cualquier importadora aduanal sabe del historial de relaciones comerciales que existen entre México y Estados Unidos. Si México firmara un TLC con el rival asiático de EUA, entonces la relación entre los países norteamericanos correría el riesgo de verse arruinada.
Sin el visto bueno por parte de Estados Unidos ante este hipotético caso, el ya existente tratado de libre comercio (T-MEC) entre las dos naciones más Canadá se vería afectado, lo mismo que las décadas de trato comercial entre México y EUA. Ello implicaría probables nuevas presiones por parte de Estados Unidos, aumento a los aranceles o incluso la obstrucción de rutas comerciales en el norte del continente.
Otras vías de comercio
Si bien un tratado de libre comercio entre México y China no parece una opción posible —al menos en el futuro cercano—, esto no implica que no exista la alternativa de comercializar con el país asiático.
México y China han mantenido relaciones comerciales significativas, las cuales han ido en aumento en los últimos años. Y aunque no llegue al nivel de un TLC, estos fructíferos tratos e intercambios deben considerarse como un éxito en lo que a relaciones internacionales refiere.
Veamos algunos de esos ejemplos.
1.- Exportaciones e importaciones
La variedad de productos que se comercializan entre estas dos naciones es bastante amplia y de una gran magnitud. Desde China, México importa teléfonos, computadoras, dispositivos de cristal líquido, piezas para computadoras, circuitos integrados, autopartes y partes para televisores.
Productos, pues, enfocados en la tecnología. Con el apoyo de una comercializadora china es posible dar con las opciones de mayor calidad de estos bienes, de tal modo que las empresas nacionales se vean beneficiadas con la adquisición y venta futura de estos materiales y servicios chinos.
Cabe aclarar que las medidas de apertura implementadas en el mercado chino han permitido que el proceso de importación e inversión extranjera fructifique a pasos agigantados. Programas como el de Zonas Piloto de Libre Comercio (PFTZ) han permitido que China optimizar su entorno empresarial, estimulando un desarrollo abierto al resto del mundo, con una perspectiva de cooperación en el comercio y la inversión.
2.- Inversión extranjera
Acorde a un artículo de La Jornada, la inversión extranjera directa de China en México aumentó un 48 por ciento en 2022, en comparación con el año 2021. Asimismo, la Red Académica de América Latina y el Caribe reveló que, el año pasado, la inversión extranjera directa de origen chino con destino a México ascendió a 2 mil 520 millones de dólares.
Evidentemente, hay un alza en la inversión extranjera entre México y China. Las alianzas que las empresas y comerciantes nacionales han establecido con el país asiático se han fortalecido, todo a la par en que se importan más productos electrónicos, maquinaria y otros bienes chinos conseguidos con gran pericia por parte de importadoras aduanales.
4.- Cooperación en foros internacionales
México y China han estado involucrados en diversos foros internacionales de cooperación en temas económicos y culturales, en los cuales se ha buscado promover el comercio internacional.
Reuniones como las del G20, uno de los foros en el que se conjugan las principales economías del mundo, han permitido que ambos países colaboren en discusiones sobre políticas económicas globales y elementos con miras a relaciones financieras.
A través de eventos como el Foro de Cooperación China-América Latina y el Caribe se ha buscado promover una mayor colaboración entre México y el país asiático, impulsando el comercio entre estos.
Como pudiste ver, aunque un tratado de libre comercio entre China y México aún no existe, y pese a ciertas aversiones que podrían existir con determinadas potencias, la realidad es que los últimos años han sido de gran beneficio para el intercambio comercial entre estos dos países. No por nada los servicios de una comercializadora china son bastante útiles para el crecimiento de los comercios nacionales.
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